lunes, 31 de agosto de 2009

Soledad

Soledad,
aqui estan mis credenciales,
vengo llamando a tu puerta
desde hace un tiempo,
creo que pasaremos juntos temporales,
propongo que tu y yo nos vayamos conociendo.

Aquí estoy,
te traigo mis cicatrices,
palabras sobre papel pentagramado,
no te fijes mucho en lo que dicen,
me encontrarás
en cada cosa que he callado.

Ya pasó
ya he dejado que se empañe
la ilusión de que vivir es indoloro.
Que raro que seas tú
quien me acompañe, soledad,
a mi, que nunca supe bien
cómo estar solo.

Jorge Drexler, 12 segundos de oscuridad

domingo, 30 de agosto de 2009

Ventana sobre la utopía

Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.

Eduardo Galeano

Reflexión IV

Noten como evoluciona el dilema existencial del hombre: "ser o no ser" (Hamlet, escena IV) a "lo compro o no lo compro" (publicidad del Banco Francés). Se que la propaganda es un parodia de la obra de Shakespeare, pero diganme si no expresa las preocupaciones del hombre posmoderno...

sábado, 29 de agosto de 2009

Fragmentos de "Lugares comunes"

El despertar de la lucidez puede no suceder nunca pero cuando llega, si llega, no hay modo de evitarlo y cuando llega se queda para siempre. Cuando se percibe el absurdo, el sinsentido de la vida, se percibe también que no hay metas y que no hay progreso. Se entiende, aunque no se lo quiere aceptar, que la vida nace con la muerte adosada. Que la vida y la muerte no son consecutivas sino simultáneas e inseparables. Si uno puede conservar la cordura y cumplir con normas y rutinas en las que no cree es porque la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia.
(...)
La lucidez es un don y es un castigo. Esta todo en la palabra. Lúcido viene de Lucifer, el arcángel rebelde, el demonio. Pero también se llama Lucifer el lucero del alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse. Lúcido viene de Lucifer y Lucifer viene de Luz y de Fergus, que quiere decir el que tiene luz, el que genera luz, el que trae la luz que permite la visión interior: el bien y el mal, todo junto, el placer y el dolor. La lucidez es dolor y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría será el placer de ser consciente de la propia lucidez. El silencio de la comprensión, el silencio del mero estar. En esto se van los años. En esto se fue la bella alegría animal.
(…)
El lúcido puede seguir viviendo mientras conserve el instinto de la especie, el impulso vital. Es muy posible que con los años esa fuerza instintiva y oscura se pierda. Es necesario entonces apelar a algo parecido a la fe, hay que inventarse un motivo, una meta que nos permita reemplazar el impulso animal que se ha perdido por una voluntad fríamente racional. Pero esa voluntad es un motor muy difícil de mantener. De repente sin motivo se va, se apaga, desaparece. Es entonces cuando se sigue o no se sigue. Se puede o no se puede. Y si no se puede no hay culpa. No importa el amor de los otros, ni el amor que uno siente por ellos. Si uno no sigue, todo sigue sin uno y sigue igual. Todo pasa, la ausencia pasa. Se conoce la muerte antes de morir. Es un final antiguo, rutinario y común, es un final deseado que se espera sin temor porque uno lo ha vivido ya muchas veces. Todo da igual."

Lugares comunes, Adolfo Aristarain

Nota de aclaración: El segundo párrafo, si bien aparece en la película de Aristarain, es un poema de Alejandra Pizarnik, titulado "La Lucidez".

Sobre la despenalización de la marihuana

Antes que nada me gustaría y creo oportuno compartir con ustedes, mis lectores, un comentario que encontré en el Centro de Información Judicial, puede resultar de vital importancia para entender concretamente este fallo del que tanto se habla.

Maria Jose dlt (26/08/2009 01:40:49)
Debido al gran alcance social de este fallo, veo necesario aclarar al ciudadano que lo que se hace mediante esta sentencia es ni mas ni menos que declarar la inconstitucionalidad del art. 14 2do apartado de la ley 23.737 en la causa "Arriola", es decir, debido a que nuestro sistema se basa en un control de constitucionalidad difuso, la inscontitucionalidad de determinada disposicion declarada por la Suprema Corte unicamente queda limitada al caso concreto. Vale aclararlo porque el ciudadano comun puede entrar en confusiones y creer que el art 14 no tiene efectos frente a la generalidad de las personas. De ninguna manera: el art 14 es inscontitucional e inaplicable al caso concreto de los 5 rosarinos que fueron detenidos por tenencia de marihuana. Obviamente el pronunciamiento del Tribunal Superior sienta criterios a seguir por los jueces inferiores, colocandolos en el deber moral de continuar los lineamientos de la Suprema Corte de la Nacion. Tambien es incorrecto hablar de "despenalizacion" en un fallo. La funcion de la sentencia es delcarar derechos, no los crea, ni modifica, ni deroga, solo declara la aplicacion del derecho a un caso determinado. La Corte no "despenaliza" ni "legaliza", esta es funcion del Poder legislativo, por lo tanto, la ley 23.737 debera pasar por el Congreso para ser reformada en lo que se considere.


Ahora sí, comienzo con mi exposición:

Hace ya bastante que uno advierte que el consumo de marihuana ha aumentado y mucho. Ya no es un fenómeno ajeno a nosotros, lo observamos en amigos, parientes, conocidos y hasta en celebridades. Es imposible ignorarlo o desconocerlo, en cualquier esquina, plaza, o centro nocturno podemos apreciar el ritual. La pregunta emergente es ¿qué puede salir de la despenalización del consumo?. Y yo, desde mi experiencia, y desde el saber científico me animo a decir que nada bueno.
Lejos de querer ser un desertor de las tendencias mayoritarias (que hace bastante tiempo me dan nauseas), nunca incursioné en ningún tipo de droga, ni siquiera a modo experimental, pero sin embargo no hablo del tema desde la óptica externa y desde el prejuicio. Como todos, tengo tantísimos allegados que son consumidores, y si bien nunca han recibido mi habal, jamáz me dispuse a juzgarlos, puesto que se trata de personas ya adultas.
De mi experiencia puedo decir deliberadamente que la marihuana, en la mayoría de los casos, es un puente de acceso a todo un universo de otras drogas, mas nocivas y peligrosas, que el toxicómano acepta, en primera instancia siempre a modo de "prueba", y convencido de que su voluntad es más poderosa que el narcótico, del cual termina dependiendo y por el cual hipoteca parte de su persona. No olvidemos jamás, que al igual que todo lo popular, las drogas son un negocio, y quien las comercializa siempre obtiene beneficio, sin ningún tipo de remordimiento moral o juicio ético.
Una vez escuche decir a alguien: -para mí está bien... la gente lo hace porque está prohibido, si legalizan ya nadie le va a dar bola...-. Si bien esa hipótesis me parece totalmente descartable, es interesante analizarla, porque ha tenido gran difusión. A mi criterio, sí lo que impulsa al toxicómano a consumir es el vértigo y la emoción de infringir la ley, la seducción de lo prohibido, la despenalización sería un error capital, puesto que existe toda una cadena de evolución de adicciones a tener en cuenta. Si hoy la gente fuma marihuana porque su consumo está prohibido, al permitirlo el lugar de la marihuana podría ser ocupado por otra droga, como la cocaína o alguna peor, eso representaría un gran problema.
Pero al margen de estas cuestiones, mi principal temor pasa por otro lado. Alrededor del consumo se conforma una especie de sub-cultura, usos y costumbres no muy productivos, que parecen impulsar "valores universales", y aquí cabe citar a la magnífica Beatriz Sarlo que en su libro Escenas de la vida Posmoderna nos dice: "chicos en el fondo un poco racistas visten remeras de Bob Marley", imposible ser más claro.
Esta sub-cultura no aporta nada positivo al entorno, produce auto marginación y mal estar social. Debemos a éste factor sumarle otro; la disminución de la lucidez y el detrimento de actividades cognoscitivas, que en el caso del consumo prolongado, se vuelven permanentes.
Tendríamos así un tipo de ciudadano bastante particular, auto excluido de la "cosa pública" y en un estado total de rebeldía abstracta y vacía. A mi juicio, una pésima materia prima para el desarrollo de un país.

Creo que deberían analizarse sutilmente las consecuencias que esta "libertad extrema" (que no es más que una máscara) ha traído en las últimas décadas a nuestra nación. Nada bueno podemos sacar de ello, se tergiversan los derechos, las reglas ya no existen, las mentes se vacían por completo, los íconos del pensamiento son desplazados por marcas comerciales, la vida transcurre sin ningún sentido, más que el de satisfacer vagos impulsos consumistas.

sábado, 8 de agosto de 2009

Reflexión III

Vivimos con un apuro constante, queremos que todo sea rápido, no tenemos tiempo para esperar. Pero sin embargo, nunca sabemos a donde queremos llegar y tenemos mucho tiempo para perder...

Rebeldía S.A.

En una época, cuando la escuela todavía algo le enseñaba, al que quería aprender, rotulábamos de rebeldes a figuras como Urquiza o “El Chacho” Peñaloza, entre otras, que cuadraban perfectamente con la definición de rebelde que la Real Academia Española nos ofrece: 1. adj. Que, faltando a la obediencia debida, se rebela (‖ se subleva). Eran verdaderos ejemplos de rebeldía, hombres y mujeres que enarbolaban ideales altísimos y que eran capaces de defenderlos hasta con su vida. Sin duda alguna, este es un modelo totalmente opuesto a nuestro modelo actual de rebeldía.
Obviamente sí, los tiempos han cambiado bastante, pero más allá de las contingencias históricas, la rebeldía siempre significará lo mismo, será siempre ese espíritu de inquietud, de movimiento, de necesidad de cambio, esa voluntad constante de tratar de cambiar un sistema que se considera errado y que probablemente lo esté. Pero por sobre todo, creo que lo principal de la rebeldía, para que sea legítima, y no una mera incitación a la violencia o a la oposición destructiva son los ideales, un rebelde debe tener ideales.
Sin embargo, un modelo de rebelde tan idealizado, tan correcto, tan activo, solo se encuentra en los libros de historia. Y es que se ha comprendido el peligro que los rebeldes representan, no solo para los gobiernos, sino también para el mercado, sino también para los medios. Y es así, que aprovechando el enorme entramado de cambios de la denominada posmodernidad, se reinventa el estereotipo de rebeldía: se lo vacía de ideales, se lo vacía de objetivos, se lo vuelve frívolo, y se lo minimiza. Pero por sobre todas las cosas la rebeldía se vuelve un negocio.
Identificamos al rebelde como aquel que combate el sistema, vestido con ropas diferentes, usando mochilas y emblemas de bandas de rock, heavy metal o diferentes estilos que el mercado imponga. Los grupos musicales con más suerte, se convierten en emblemas de la rebeldía posmoderna, profesando un mensaje confuso y quizá contradictorio, pero siempre simple, porque en nuestra época, lo complejo no se entiende. Así estas bandas “rebeldes”, aprovecharán para vender miles de discos, llenar estadios en conciertos, vender todo tipo de productos: remeras, pines, vinchas, mochilas, etc.…
Es irónico que quienes combaten al sistema hoy en día, sean grandes contribuyentes a su crecimiento. Hoy, para ser rebelde no hay que pensar, hay que comprar.
Así escuchamos y repetimos letras de canciones, sin saber muy bien que dicen, difundiéndolas con orgullo, ejerciéndolas, sin saber que en realidad, somos eslabones de una estrategia comercial que contribuye a fortalecer todo lo que creemos, estamos repudiando.
Lo más alarmante es que este modelo de rebelde que se compra en cualquier centro comercial, ha podido involucionar más. Y lo vemos en los recientes, pero pasajeros floggers. Una moda urbana, que se convirtió en un movimiento nacional, y cuyo ideario estaba conformado por marcas comerciales, esa es la ideología del adolescente posmoderno, el mercado. Éste triunfo del no merito, este éxito de la nada, ha expuesto lo bien que la mercadotecnia maneja a la sociedad, no son los partidos políticos los enemigos del pueblo, el verdadero enemigo es aún más grande y más perverso.
Entonces la rebeldía se reduce a “rebeldía adolescente”, para de ese modo restringirla. Pero además ya no se la vincula con temas generales, sino con el amor, con la relación con la familia, con el aspecto personal, todo un repertorio de situaciones que el mercado prevé y controla. El acercar cada vez más cosas a los más jóvenes (celulares, sexo, autos, etc.) no tiene que ver con los tiempos cambiantes, sino más bien con la necesidad de ampliar el mercado sin conciencia de las consecuencias.
El rebelde, en su justo significado, siempre será necesario, para difundir un mensaje de realidad, para poner freno a las arbitrariedades, para renovar las estructuras y las instituciones, con la muerte del rebelde clásico ilustrado, la sociedad de consumo ha conseguido una victoria demoledora.

viernes, 7 de agosto de 2009

Sobre mi bitácora

Lo que pasa es que a tu blog le falta “onda”… tendrías que poner para descargar juegos, películas, música… como para que la gente “se cope”…

Claro que cuando ella me hizo esta recomendación, obviamente paso por alto que el nombre y el título de mi blog son “Bitácora de un Pensamiento”, y no “MacStore”.

Jamás me interesó la idea de ofrecer al público un batiburrillo de links con descargas alternativas para diversa cantidad de productos. Claro que cite la película Zeitgeist, pero he ahí la diferencia, yo solo cite, aclarando su fuente originaria, y además es solo una película citada por su contenido y su mensaje, no se trata de crear sistemáticamente entradas que presenten películas.

Pero el punto está en que mi objetivo, el objetivo de mi bitácora, no estriba en exponer ese tipo de material, más bien se trata de presentar otra cosa, un mensaje más perceptible por la razón, y quizá por eso no reciba tantas visitas y la gente no lea las entradas.

Nunca pensé en ofrecer lo que la gente puede encontrar en cualquier lado, sino más bien algo que la gente tiene que encontrar en sí misma, mis entradas y mis textos son destinados a la reflexión, al análisis. Expongo ideas que captan mi atención, y lo hago para saber de qué forma repercutirán en los demás, y así lograr un enriquecimiento recíproco sobre determinados aspectos.

Claro que hoy la gente prefiere actividades que demanden menos esfuerzo intelectual, porque el esfuerzo intelectual está devaluado. Tiene muchas más visitas un blog destinado a la descarga de películas, que un blog que difunde un mensaje filosófico, o simplemente un mensaje que no puede ser digerido a la ligera, sino que requiere un proceso cognoscitivo previo.

Pero tampoco he de confundirme. Mi bitácora no es un manual de filosofía, ni mucho menos, es simplemente una muestra de las ideas que tengo sobre algunas cosas, y a algunos las ideas nos deslumbran y nos enamoran, nos conmueven, nos movilizan y nos llevan en algún punto a darlas a conocer, aunque sepamos que mucho antes ya otros las dijeron de la misma o de diferente manera.

Como verán en mi bitácora no hay Adsense, ni publicidades, es solo un espacio intelectual, una invitación a la reflexión y a la determinación, a la exposición y a la apreciación, al placer de las palabras, pero por sobre todo, al enriquecimiento.

jueves, 6 de agosto de 2009

Reflexión II

El éxito de unos es el fracaso de otros, siempre el éxito genera rencores y odios, hay que estar muy preparado para ser exitoso...

lunes, 3 de agosto de 2009

Roger Scruton, Cultura para personas inteligentes

"El dominio de los medios que emancipó a la humanidad de las tareas más pesadas ha comportado un misterio de los fines: una incapacidad de responder, por el provecho de uno mismo, la pregunta acerca de qué hay que sentir o hacer. El misterio se ahonda con el advenimiento de la sociedad de consumo, cuando todos los canales de la vida social se dedican a comprar. Porque el consumo, en su forma cotidiana, no es un verdadero fin: destruye lo consumido y nos deja con las manos vacías; los objetivos del consumidor son ilusiones perpetuamente recurrentes que se desvanecen en cuanto entran en escena, destruidos por el apetito que las busca. La sociedad consumista es por tanto fantasmagórica, un lugar en que los espíritus de las satisfacciones son perseguidos por los espíritus de deseos reales."

(Roger Scruton, Cultura para personas inteligentes)

Reflexión I

No podemos quejarnos, creo que la conclusión más certera de la democracia es que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, y eso es irrefutable.